20. La escuela del futuro

    ¿Hay alguien que no piense en coches voladores cuando se imagina cómo será la vida en 2050?

    Definitivamente, tengo la esperanza de que los coches vuelen. Probablemente no sea lo más sostenible y a los pájaros no les haría mucha gracias, pero que por inventar no sea. Luego ya se pondrán restricciones para conseguir reducir las emisiones y, así, intentar parar el cambio climático.

        En realidad no suelo pensar mucho en el futuro, porque tengo esperanzas de que todo sea mucho mejor pero, al mismo tiempo, sufro porque no veo que estemos bien encaminados. Sin embargo, cuando pienso en la educación, teniendo a ser más optimista. ¿Cómo me imagino la educación en 2050?

• Sin aulas convencionales: que el concepto este de "alumnos en una clase sentados y un profesor impartiendo temario desde su mesa" desaparezca. Los niños y los adolescentes no pueden permanecer horas y horas sentados escuchando temarios. El futuro de la educación está en espacios cómodos y, en la medida de lo posible, al aire libre.
• Saludable: últimamente creo más que nunca en el mens sana in corpore sano. La escuela tiene que ser un espacio de salud, de salud mental, y de salud física. Es fundamental dar más espacios para ejercitar el cuerpo y para aprender a cuidarlo a través de, por ejemplo, una alimentación de calidad (ecológica, de temporada y de comercio próximo). 
• Con atención a la diversidad: cada persona es un mundo y, a más se pueda trabajar con esos mundos, de más salud mental gozarán los niños y las niñas, y mejor se trabajará en grupos. Esto incluye, por tanto, incluir a aquellos alumnos que tengan más dificultades que los demás a la hora de integrarse en la escuela.
• Segura: en sociedades cada vez más heterogéneas, es importantísimo que la escuela sea un espacio seguro. La escuela tienen que ser laicas, interculturales, feministas, LGTB-friendly, ecologistas y animalistas.
• Holística: por favor, que se deje de estudiar las asignaturas como si fuesen independientes de otras. La filosofía no se puede entender sin la historia, y viceversa. Los matemáticos y los biólogos eran, en un primer momento, filósofos. La tecnología no viene a sustituir las asignaturas de toda la vida, viene a complementarse con ellas. Y un largo etcétera. Así, es necesario entender cómo se interrelacionan todas las materias y, para ello, es interesante el trabajo por proyectos.
• Bilingüe (como mínimo): somos españoles, pero también ciudadanos europeos y, en último término, ciudadanos del mundo. Para fomentar el respeto y la tolerancia hacia los demás, es fundamental que no sean vistos como extraños y, una primera manera de darnos cuenta de esto es mediante el diálogo. Así, a más idiomas sepan hablar las futuras generaciones, mejor, porque a más personas llegarán. Es imprescindible que los niños salgan de las escuelas sabiendo hablar un perfecto castellano y un casi perfecto inglés. Y en las zonas de nuestro país donde hay otras lenguas, también es importante que no se pierdan.
• Con participación de los padres y de las madres: los padres y las madres, actualmente, participan en la educación escolar de sus hijos, pero parece que solo para quejarse. Para un desarrollo integral de los alumnos, es imprescindible que los profesores trabajen mano a mano con los padres.
• Estable: la educación tiene que centrarse en los niños, pero no debe olvidar a los profesores. Tenemos que dar estabilidad a los profesores. En nuestro país, muchos se pasan toda la vida de interinos, de unos centros a otros, cambiando de ciudad cada año. ¿No es hora de garantizar una estabilidad a todo el cuerpo docente?

(Actividad de análisis y reflexión nº. 21)