9. Educar en casa

     Suelo consumir bastante contenido de Youtube, como supongo que le pasa a más personas. Cuando cuento a mis amigos y amigas qué suelo ver en esta plataforma, suelen quedarse extrañados: me gusta ver vídeos de madres adolescentes que se ganan la vida gracias a Youtube. No sé, es una afición extraña. Imagino que tiene su explicación pero no es ahora de lo que quiero a hablar. El caso es que la mayoría de estas creadoras de contenido a las que sigo son estadounidenses y, como hablan de maternidad, también hablan de educación. Me llama siempre mucho la atención cuando hablan del tipo de educación que recibieron: si fueron educadas en casa o si fueron a la escuela y, en caso de haber ido a la escuela, si era pública o privada. Supongo que el elegir entre escuela pública o privada no es algo extraño en España, pero sí que lo es elegir educar en casa a tus hijos o hijas. 


    La primera pregunta que me hago cuando escucho sobre educar a tus hijos o hijas en casa es, ¿cuántos padres son realmente capaces de dar una educación de calidad, como la que se suele dar en los centros educativos? No me veo capaz, ni aún teniendo estudios superiores como tengo, de educar a alguien desde los seis años hasta que termina la educación obligatoria por mi cuenta. Tampoco entiendo de dónde sale tanto tiempo para dedicarse a los hijos/as. En ocasiones lo que observo es que quienes son educados en casa es porque tienen un padre que trabaja y una madre que se dedica solo al cuidado del hogar y de los hijos/as. O bien es eso, que es algo que para nada me convence (por muchos motivos, pero en parte porque replica los roles de género), o bien hace falta tener mucho dinero para poder dejar de trabajar a jornada completa y dedicarte a enseñar a tus hijos/as.

    Además de lo anterior, ¿cómo desarrollan los niños/as que son educados en casa sus habilidades sociales? La verdad es que cuando pienso en mi infancia y adolescencia, lo que quizás más recuerdo es mi colegio, donde estuve desde los tres años hasta los dieciocho. Para mí, recordar mi colegio es recordar a mis amigos y amigas y a mis profesores y profesoras. Entiendo que alguien que es educado en casa tenga tiempo para ir con sus vecinos/as o que asista a clases extraescolares, pero siento que pierden esa bonita cara que tiene ir al colegio. Una vez, viendo uno de estos vídeos de madres en Youtube, me llamó la atención que una de ellas decía que prefería que en determinadas etapas educativas sus hijas fuesen educadas en casa o en colegios elegidos previamente por ella para evitar casos de acoso escolar. En este sentido, entiendo que un padre o una madre se sienta más seguro si su hijo está en un lugar que controla totalmente. Sin embargo, ir al colegio no implica sufrir acoso.

    Algo que también me resulta extraño sobre no ir al colegio y ser educado en casa es, ¿no se aburren tantas horas en casa? Supongo que es cuestión de cómo se enfoque la educación, pero después de la traumática experiencia que fue estudiar desde casa durante el confinamiento provocado por la COVID-19, creo que prefiero ir a clase.

    Veo también que ser educado en casa tiene sus ventajas. En primer lugar, entiendo que te permite mucha más autonomía en lo relativo a qué enseñar: los niños/as educados en casa no tienen que aprender las asignaturas A, B y C siguiendo los pasos X, Y y Z. En la misma línea, puede atenderse mejor a las necesidad de cada niño o niña. Gracias a este tipo de educación se puede prestar más atención a la educación musical o al desarrollo de la creatividad artística de los jóvenes. Cabría señalar que este tipo de educación hace que la relación entre padres/ madres e hijos/as sea mejor (o peor, supongo). Y, por último, puedo imaginar que una educación en casa bien enfocada reduce el nivel de abandono escolar.


    A juzgar por lo que he dicho, podría pensarse que no estoy del todo convencida sobre la educación en casa. Cierto es, pero creo que es, principalmente, porque es algo que en España no se estila. De todos modos, me parece una propuesta educativa interesante y creo que sería enriquecedor que en nuestro país se permitiese educar en casa, para ver cómo funcionaría y, en caso de que salga bien, para tener otra alternativa educativa.


(Actividad de reflexión y análisis nº. 8)

Comentarios

  1. Yo también veo imposible realizar la tarea de profesor con un hijo o hija, más que nada porque creo que pocas personas son capaces de tener todos los conocimientos necesarios y la capacidad de transmitirlos.

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    1. Yo imagino que de alguna manera se lo tienen que montar en otros países para conseguir que este tipo de educación realmente prospere. Una manera de comprobarlo sería ver qué pasa con esos niños cuando llegan a la universidad, ¿están bien preparados para ello? De ser la respuesta afirmativa, ¿cuál era el nivel de estudio de sus padres? También es cierto que en nuestro país el currículo se centra mucho en contenidos. Quizás por esto último se nos hace tan complicado pensar que la educación en casa es viable.

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  2. Creo que este modelo parte de una base muy elitista (tengo tiempo y dinero para dedicarme a enseñar a mis hijos/as). Y, sobre todo, veo un peligro muy grande en cuanto a lo subjetivo que puede ser dar a los tuyos ciertos contenidos... hasta dónde vas a dar Historia o Filosofía de forma objetiva?

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    1. La verdad es que, al menos de primeras, es un modelo elitista. De todos modos, permíteme contarte una anécdota. Cuando estaba en 4º. E.S.O. fui a un intercambio en Alemania. La casa a la que fui tenía un bebé recién nacido. Un día, hablando con la madre alemana, me dijo que ella iba a coger baja de maternidad SOLO durante un año. Le dije, "¿cómo que solo durante un año?" y me dijo "claro, aquí en Alemania puedes coger hasta tres años de baja por maternidad". Le comenté que en España esta baja eran tres meses y se quedó flipando. Me preguntó que cómo nos las apañábamos para cuidar a nuestros hijos en España, y no supe qué contestarla.
      ¿Qué quiero decir con esto? Que claro que es elitista la educación en casa en un país como en España, donde poder dedicarte a criar a tus hijos es un privilegio. Si nuestro país premiase a aquellos padres que quieren reducir sus jornadas o dejar su trabajo un tiempo para dedicarse a la educación de sus hijos, quizás nuestra perspectiva sobre la educación en casa cambiaría mucho.
      En lo relativo a cómo dar determinadas materias, la verdad es que no sé bien qué contestarte, porque entiendo totalmente lo que me dices. Una manera de regular cómo se dan estos contenidos es, quizás, haciendo una prueba obligatoria a finales de cada curso académico. Así se obligaría a dar "objetivamente" una serie de contenidos.

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