17. Películas y educación: "Un mundo feliz"

 Tengo que admitir que me gusta bastante poco ver películas. Por tanto, me ha costado mucho pensar en alguna película de contenido educativo que no fuesen las clásicas (a saber, la Ola). Pero tras mucho pensarlo, se me ha ocurrido una película que creo que debería mencionar.

    Pero antes de referirme a esta película, voy a recordar cuál es la clasificación que hace Octavi Fullat de los estilos educativos:

  1. Pedagogía Tradicional: existe un docente y existe un alumnado. El docente impone sus valores y normas, da premios y castigos, etc.
  2. Pedagogía Marxista: el protagonista en la educación es el Estado. Lo que tiene importancia es lo público y no la iniciativa inicial. Hace que los alumnos vean que está bien lo que contribuye al bien común.
  3. Pedagogía Libertaria: la escuela no debe aportar nada que no se encuentre en la calle.
  4. Pedagogía Antiautoritaria: se centra en las propias decisiones de lo niños. No existe figura de autoridad. 
  5. Pedagogía Activa: defienden el protagonismo del niño en la educación y utilizan el juego y la actividad como elementos metodológicos.
  6. Pedagogía Tecnológica: se basan en la tecnología, que es capaz de anticipar el resultado del aprendizaje.
  7. Pedagogía Existencialista: son aquellas que entienden que, como no existe una naturaleza humana (una esencia de "ser humano"), tampoco existen unos deberes propios del ser humano. Así, la educación tiene que entretener y divertir a los niños (las pedagogías activas, antiautoritarias y personalistas, en realidad, se enmarcan dentro de este estilo educativo).
  8. Pedagogía Personalista: busca centrarse en el alumno. Consideran que hay que dar a cada individuo, concreto, recursos en función de sus necesidades y capacidades.

    La película de la que voy a hablar es de la versión cinematográfica de una novela muy conocida, Un mundo feliz, de Aldous Huxley.


    A mi parecer, en esta película vemos reflejada, de cierta manera, la pedagogía marxista, pero llevada al extremo. En este sentido, esta película es muy parecida a otra obra, a 1984, de George Orwell. En Un mundo feliz, las personas están adaptadas totalmente a su posición social, porque los seres humanos se reproducen artificialmente, proceso durante el cual se dan modificaciones genéticas. Así, existen varios grupos de personas, desde los Alfa, que son los destinados a dirigir la sociedad, hasta los Épsilon, diseñados para hacer las labores más precarias. La planificación genética, en esta obra, se complementa con enseñanzas que se hacen durante el sueño, que es lo que les va inculcando sus valores. Creo que es evidente que, en esta novela y película, lo prioritario es lo público. Por ese motivo se "educa" o, más bien, diseña, a las personas para satisfacer una serie de necesidades sociales. 
        Definitivamente, prefiero que este tipo de distopías se queden, precisamente, en lo que son, es decir, en distopías. No me gustaría que la educación derivase jamás en eso. ¿Cuál es el legado que me gustaría dejar a mis alumnos? No me queda claro, pero si tuviese que elegir una frase, solo una, me serviría de una de la filósofa ecofeminista Alicia Puleo, que dice "libertad, igualdad y sostenibilidad" (frente al "libertad, igualdad, fraternidad"). Así, creo que podríamos resumir lo que quiero que sea mi legado. Me gustaría que inculcar a mis alumnos valores que fomenten la libertad, la igualdad y la sostenibilidad.


(Actividad de análisis y reflexión nº. 18)

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