16. La Bulimia

     Los trastornos de conducta alimentaria son cada vez más frecuentes en jóvenes. Podría remitirme a estadísticas, pero creo que no es necesario. Raro es, a día de hoy, no conocer a por lo menos alguien que padece alguno de estos trastornos, sobre todo durante la adolescencia, etapa que coincide con los años de instituto. Por ello, querría dedicar esta entrada a hablar de este tema y, en concreto, de la bulimia nerviosa.

    La bulimia nerviosa es un trastorno ligado al sexo femenino, pues entre el 90 y 95% de las personas que lo padecen son mujeres jóvenes. Aquellas personas que sufren de bulimia nerviosa, no son capaces de llevar por sí solos una forma de alimentación saludable. Una de las manifestaciones más claras de este trastorno es la excesiva ingesta de alimentos en un periodo muy corto, al que le sigue un periodo de arrepentimiento que, en ocasiones, lleva a que la persona en cuestión decida expulsarlos bien utilizando laxantes, o bien mediante vómitos.


    En ocasiones se confunde la bulimia con la anorexia nerviosa. La anorexia, sin embargo, se caracteriza por el rechazo de la comida y el miedo obsesivo a engordar. Este tipo de trastorno puede llevar a conducir a un estado de inanición en el peor de los casos. Ahora bien, es importante destacar que, muchos casos de bulimia son el resultado de una anorexia mal cuidada. También 

    En España, la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y Bulimia nerviosas (FEACAB) se encarga de visibilizar estos trastornos y promover la búsqueda de soluciones socio-sanitarias y educativas adecuadas para detectar y prevenir dichas enfermedades. Precisamente, de la página web de esta Federación, saco los siguientes síntomas, propios de la bulimia:

  • Atiborrarse a comer durante largos periodos de horas.
  • Sensación de no poder parar de comer.
  • Hacer ayunos o dietas muy rigurosas.
  • Provosarse vómitos.
  • Abuso de laxantes y diuréitos.
  • Ir demasiado al baño tras comer.
  • Preocupación por el peso.
  • Cambios de humor fuertes.
  • Problemas en la dentadura.
  • Menstruaciones irregulares.

    La bulimia nerviosa, como cualquier trastorno, puede derivar en serios problemas que, en el ámbito escolar, impiden la participación plena. Una alumna que sufre este trastorno puede desarrollar un cuadro de ansiedad, puede sufrir mareos y desmayos frecuentes, puede sufrir de deshidratación, puede sufrir de arritmia cardíaca, y un largo etcétera.
    Si queremos que una alumna que padece un trastorno de conducta alimentaria se integre en la vida escolar, es necesario que, en primer lugar, tenga detectado el trastorno, para así poder tratarlo. El tratamiento de estos trastornos suele requerir de psicoterapia, que puede ser individual o en grupos, de medidas dietéticas y, en ocasiones, de tratamiento farmacológico (normalmente, antidepresivos). 

    Pero más allá de lo anterior, es necesario que, en los centros escolares se tenga a psicólogos que permitan hacer una acompañamiento a las alumnas y asesore al cuerpo docente sobre cómo tratar con estos casos. Además, teniendo en cuenta que una de las causas de estos trastornos son factores socioculturales, relacionados con la presión que se mete a las jóvenes para ser delgadas, sería necesario que, desde el centro, se adoptase una actitud crítica frente a estos ideales sociales. Para ello, podrían organizarse talleres, por ejemplo, que permitiese a los adolescentes ver lo peligrosos que son esos estereotipos y que, al mismo tiempo, permita ver a las jóvenes que están acompañadas en este proceso.
    Para terminar, me gustaría mencionar la siguiente canción, de Porta, un rapero catalán:


    Si la veis escuchado, veréis que esta canción se refiere a esas personas que sufren trastornos de conducta alimentaria como son la anorexia y la bulimia nerviosa. ¿Qué os parece? ¿Creéis que trata de una manera adecuada el tema? ¡Os leo!


(Actividad de análisis y reflexión nº. 17)

Comentarios

  1. Hola Beatriz. Tu post resulta muy interesante, ya que hay personas que todavía no ven los trastornos alimentarios como un problema serio. Me encanta que hayas dedicado una entrada a este tema.

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