13. Intercambios juveniles: mi viaje a Eslovenia
En esta entrada me gustaría introduciros a los intercambios juveniles europeos, para poder hablaros un poco de mi intercambio en Maribor (Eslovenia). Lo primero de todo, ¿qué es un intercambio juvenil?
Un intercambio juvenil europeo está una de las iniciativas que está enmarcada dentro del Programa Europeo Erasmus+. Normalmente asociamos irnos de Erasmus con irnos a estudiar un año a la universidad a otro país, pero el programa Erasmus+ abarca muchísimo más.
En un intercambio juvenil se reúnen grupos de jóvenes (que, según la Unión Europea, son personas de entre 13 y 30 años) para convivir y trabajar en un proyecto común. Estos intercambios son cortos: pueden durar entre 5 y 21 días. Además, pueden ser nacionales o internacionales: puedes reunirte con gente de tu país en tu país o puedes irte a otro lugar y vivir esta experiencia con jóvenes de muchas otras nacionalidades. El tipo de educación que se fomenta en estos espacios es la no formal y la informal. En este sentido, se trabaja mucho por dinámicas: talleres, debates, juegos de rol, salidas de campo, excursiones...
Suena genial todo esto, ¿verdad? Entonces, te preguntarás, ¿cómo puedo hacer para irme? Los intercambios juveniles están gestionados por asociaciones. Una asociación organiza un proyecto y otras asociaciones mandan a jóvenes a los proyectos. Por tanto, imaginad que hay un proyecto en Hanau (Alemania), organizado por una asociación de la zona. Para ir lo que hace falta es que una asociación española forme parte de este proyecto y esté buscando mandar a jóvenes españoles a participar en él. No hace falta formar parte de ninguna organización para irte de intercambio juvenil (aunque formar parte de alguna a veces te lo pone más sencillo para ir).
Y, ahora, la parte que más os interesa, ¿cuánto cuesta? ¡NADA! Sí, me habéis leído bien, nada. Bueno, a ver, vamos a matizar. Los intercambios juveniles están financiados por la Unión Europea, concretamente, por la Comisión Europea. Por tanto, no te tienes que preocupar por los gastos derivados de las actividades, del alojamiento, de la manutención, ni del viaje. Sí que es cierto que, en ocasiones, las asociaciones que te mandan de intercambio que te piden que pagues una pequeña cuota (quizás, 50€), pero que es para cubrir ellos sus gastos. Pero insisto, esto es en ocasiones, yo nunca he pagado nada de esto.
También es importante destacar que el aprendizaje y las competencias adquiridas en estos proyectos se ve reflejado en un documento que se conoce como Youthpass.
Pasando propiamente a hablar de mi viaje, os adjunto, lo primero de todo, una imagen de la noche intercultural, para la que preparamos una mesa con comida española:
Yo he participado, propiamente hablando, en dos intercambios juveniles. Uno fue a finales de agosto en Asturias, y fue un intercambio a nivel nacional en el que me lo pasé genial. El título de este era "Revolución Rural Joven" y lo gestionaba la National Working Group del programa Diálogo con la Juventud de la UE. Aquí tenéis una foto que me sacaron durante una de las actividades:
El otro intercambio fue en Maribor (Eslovenia) y tenía como título "Coherent. Circle of youth for the europe we want".
El objetivo del intercambio de Maribor era trabajar para lograr la participación de los jóvenes en la vida cívica. Trabajamos, principalmente, tres conceptos: sostenibilidad, ciudadanía activa e inclusión. Este intercambio duró cinco días y participamos jóvenes (1) españoles, (2) finlandeses, (3) húngaros, (4) rumanos, (5) turcos, (6) belgas, (7) italianos, (8) griegos y (9) eslovenos. Yo fui gracias a una asociación llamada Permacultura Cantabria (que no conocía de absolutamente nada).
El día que me seleccionaron para el intercambio, no entendía nada y pensaba que era una estafa. Decía yo "imagínate que me voy para Eslovenia y es todo mentira". Así que, por si acaso, conseguí que una amiga viniese conmigo. Estuve a puntito de rechazar la plaza porque tenía miedo, pero al final dije, "a la aventura".
En lo relativo a los gastos, yo no tuve que pagar nada. Eso sí, creo que es importante señalar que tuve que adelantar el dinero del viaje. No siempre ocurre así, pero en mi caso era como funcionaba. Yo tuve que pagar los vuelos de Madrid a Viena (ida y vuelta) y de Viena a Maribor (ida y vuelta). Claro, eso hizo que, de primeras, tuviese que desembolsar unos 240€. Eso sí, en cuanto terminó el intercambio, justifiqué los gastos y me devolvieron hasta el último céntimo.
La verdad es que las actividades que hacíamos eran muy amenas. En total en el intercambio éramos unos 80 jóvenes y nos dividieron en varios grupos para ir trabajando. Era sobre todo dialogar y hacer juegos. Fue muy interesante, porque convivir tantos días con gente de tantos lugares hace que hagas amigos de lugares muy distintos y con maneras de ver la vida muy diversas. Yo me llevo buenos amigos de esa experiencia y un inglés mucho más fluido (porque, claro, hablábamos todo en inglés).
También os interesará saber que a veces se puede hacer un poquito de trampa para quedaros unos días más por la zona. Lo cierto es que nosotros tuvimos suficiente libre para visitar la ciudad por nuestra cuenta, pero uno siempre se queda con ganas de más. Por ello, preguntamos a nuestra asociación si podíamos coger los vuelos de regreso un poquito después. Nos dijeron que sí y decidimos pasar un par de noches en Viena. Eso sí, los gastos del alojamiento en Viena los cubrimos nosotros, ya no la asociación. Vamos, que me fui una semana a Eslovenia, visité, a mayores, Viena, y solo me tuve que preocupar por el día y medio que dormí y comí en Viena, porque el resto me lo pagaron todo. Os pongo fotito mía en Viena emocionada porque vi una calle que tenía el nombre de un filósofo:
Ahora que ha terminado el verano echo muchísimo de menos poder participar en intercambios. Estoy deseando tener unos días de vacaciones para irme a alguno, porque son experiencias muy enriquecedoras. ¿A vosotros no os apetecería? Si os animáis, no dudéis en escribirme y os paso algunos grupos de WhatsApp, aplicaciones y páginas de Instagram en las que ofertan intercambios.
(Actividad de elección propia nº. 2)
Gracias por compartir esta experiencia Bea, yo no sabía que estas cosas existían. Me ha encantado leerte, ahora voy a echar un ojo a la asociación Permacultura Cantabria ;)
ResponderEliminarGracias por tu comentario Carmen. ¡Ya me contarás qué descubres de esta asociación!
EliminarHola Bea! Tuvo que ser una experiencia muy bonita, ¿te quedaste con ganas de hacer un erasmus?
ResponderEliminar¡Hola Martín! Es una buena pregunta. Sí y no. En su momento no quise hacer Erasmus y fue una decisión propia. Además, mi año fue el de la pandemia y a algunos compañeros se les complicó mucho. Pero ahora lo pienso y quizás no hubiese sido mala idea. Sea lo que sea, como se me ha pasado la vez, tendré que conformarme con estos intercambios juveniles, que son también experiencias geniales.
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