2. ¿Cómo calificaríamos la educación en España?

    Casi todo el mundo se ve con autoridad para hablar de educación. Creo que es una sensación generalizada aquí, en España, esa idea de que el sistema educativo no está funcionando, que algo va mal. Pero, ¿en qué nos basamos los españoles para hacer tales comentarios sobre nuestra educación? Sí es que cierto que, en nuestro país, algunos aspectos de la educación han de ser cambiados. Por ejemplo, parece que no puede ser que la ratio de alumnos por profesor sea tan alta en los centros, porque afecta negativamente al proceso de aprendizaje. Sin embargo, tales comentarios sobre la educación en España no podrían hacerse si no comparamos su situación con la de otros países. Calificar cómo es la educación en España tiene que ver, por tanto, y al menos en cierta medida, con el estado de la educación en otros países del mundo.

    Para España uno de sus referentes es, claramente, la Unión Europea. Como país que forma parte de esta comunidad política, tiene que acatar las decisiones que son tomadas en muchos ámbitos, siendo uno de ellos el educativo. En 2010, azotando la crisis económica, se aprobó la Estrategia Europa 2020, que tenía como objetivo, además de superar la crisis, fomentar un tipo de crecimiento distinto para Europa en varios sentidos. Esta estrategia pretendía que el crecimiento de la Unión Europea fuese inteligente, sostenible e integrador. Para ello, fijó distintos objetivos, aunque solo me centraré en el que ahora nos ocupa: el relativo a la educación. La Unión Europea se propuso que a finales de la década, es decir, en 2020, el porcentaje de abandono escolar fuese inferior al 10% y que al menos el 40% de las personas entre 30 y 34 años completase estudios de nivel terciario (estudios superiores).

    La realidad es que España sigue teniendo un alto porcentaje de abandono escolar. En 2020, la Encuesta de Población Activa (EPA) señalaba que la tasa de abandono escolar estaba en un 16%. Este es un dato optimista si lo vemos en comparación a la tasa de abandono escolar en España en 2010, que era del 28,2%. Este dato, al mismo tiempo, es preocupante si lo vemos en comparación a Europa (10,2%). Frente a estos resultados, tenemos los del porcentaje de población de entre 30 y 34 años que tiene un título en Educación Superior. En España, el 44,8% de las personas que tienen entre 30 y 34 años tendría o bien un título de FP de Grado Superior o bien de estudios universitarios, mientras en Europa solo el 40%.

    Teniendo en cuenta estos datos, cabría señalar que España sigue teniendo un problema con el abandono escolar. A su vez, es interesante saber que cada vez son más los jóvenes que en nuestro país obtienen títulos en Educación Superior. Pero parece que está claro que no podemos quedarnos solo con lo positivo: hemos de seguir trabajando en lo negativo. Además de esto, hemos de advertir que hay muchos otros indicadores que aquí no se han tenido en cuenta que ayudarían a ver si la educación en España, en comparación a la educación en otros lugares del mundo, es buena o no. Habría que ver, entre muchas otras cosas y por poner un ejemplo, la calidad de los contenidos del currículum educativo, para lo que sería necesario, en primer lugar, ver qué entendemos por currículum de calidad.

    Creo que es legítimo que nos quejemos del sistema educativo de nuestro país. Como ciudadanos, debemos reclamar una educación de calidad, que el dinero que invertimos en educación sea gastado de la mejor manera posible. Pero también considero que tenemos que ser conscientes de lo afortunados que somos con lo que tenemos. La educación española no es la mejor de Europa y tenemos que aspirar a más, pero Europa no es todo el mundo y en comparación a otros países, estamos muy bien situados.

    Creo que no debemos perder de vista que España, aún necesitando claramente mejorar su sistema educativo, probablemente sea uno de los países con la mejor educación en el mundo. Esto lo digo fijándome en la tasa de alfabetización en el mundo.





    Atendiendo a esta imagen, en España el 98% de la población está alfabetizada. En países como Chad, solo el 22% de la población sabe leer y escribir, algo que, definitivamente, perjudica al desarrollo del país y que, además, pone de relieve que algo está ocurriendo en ese país que no permite que prospere un buen sistema educativo.
    
    ¿Cuál es la conclusión de este breve entrada? Que sí, que España necesita replantear su sistema educativo. Pero, al mismo tiempo, tenemos que aprender a valorar lo que tenemos. España, como muchos otros países europeos, al poner énfasis en la importancia de la educación, sigue ese valor ilustrado que sostenía que el conocimiento humano es capaz de acabar con la ignorancia. Por ello, sigamos recorriendo el sueño ilustrado, sigamos ilustrando a las luces con más luces.


(Actividad de reflexión y análisis nº. 2)

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